¿Qué le dijo el sicólogo?, pregunta la madre a la profesora, en la puerta, saliendo de clases. Pues que además la madre deberá concurrir a su consulta, responde la profe con cara de "pocos amigos". Estamos fritos. Si el chiquillo no atina con la matemática, porque según el especialista tiene un serio trastorno de "défitict atencional", la madre debe concurrir a terapia. “No hay que castigarlo”, le sugiere a mi atribulada amiga, mamá de Matías, “tiene que tratarlo como a una persona” -le indica-, sentencioso. Matías es el chico más desfachatado que te puedas imaginar; apenas con ocho años en el cuerpo ya maneja con mano experta a su madre y a sus hermanas mayores; si sigue así, tendrá una destacada carrera entre el sexo femenino, en especial cuando mira con esos enormes ojos negros y su boca que sonríe de medio lado. Sabe que es lindo y lo disfruta sin un asomo de vergüenza. Tal vez dirás que exagero. Tal vez. No sé si la psicología moderna d
" Escribe las cosas que has visto, las que ahora están sucediendo y las que sucederán después, en el futuro." (libro de Apocalipsis)