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Amo Santiago de Chile.

Durante algún tiempo la comunidad cristiana que frecuento (para algunos Iglesia, Capilla, Casa de Oración o Templo), realizó una serie de encuestas por la comuna a fin de recibir peticiones de oración de sus habitantes.

Cuando más se conoce una ciudad es cuando oras por ella, caminando sus calles y deteniéndose en cada puerta, observando los detalles de sus jardines, las rosas, los crisantemos o las apapeladas buganvillas con su etérea perfección.

Cada casa es un mundo secreto cultivado con esmero, construido año a año con el azadón, pala, un poco de agua y una “mano verde”.

Casas con jardines interiores, con graciosos bonsái o patios que guardan antiguas historias de infancias felices; algunos aseguran que Santiago es una ciudad fea, antiestética, sucia y estresante.

Los que así opinan no conocen esta ciudad.

Ni su corazón de belleza perfumada.

Ni sus diminutos espacios donde sueñan ojos inocentes, que tal vez un día lleguen a gobernar la urbe.

Es verdad, Santiago no es el gran Buenos Aires con sus miles de espectáculos artísticos.

Ni París con sus modernas pasarelas.

Ni Nueva York con sus rasca el cielo.

Sí, no podemos negar los vicios e inmoralidades que guarda en cualquiera de sus calles; los peligros inminentes. La vida es un riesgo hasta sentado en el living de tu casa, una embolia, un paro respiratorio, un exceso de azúcar…la vida es frágil ¿no?

Santiago es un círculo secreto, de una belleza extraña, somnolienta y dulzona. Basta alejarse un poco del bullicio y de las grandes avenidas para descubrirlo; basta con dar vuelta una esquina y la belleza luminosa de jardines cuidados por manos de madres o esposos.

Porque el jardín es cosa de familia. Una ciudad de abuelos, de niños tomándose las plazas y disfrutando de los parques; también puede resultar peligrosa si eres demasiado ingenuo.

Santiago es más que una fotografía con el Cerro San Cristóbal y la Cordillera de Los Andes; por sobre todo Santiago tiene entre sus habitantes una Iglesia que ora por ellos, una hermandad de personas que adoran a Dios.

Y eso, señores y señoras, es lo mejor que una ciudad puede tener.


Una buena noticia: La primera Biblia escrita en lenguaje de signos ya está en marcha. Mire aquí


El poema: La parada de lo imperceptible.

Djahanguir Mazhary (Irán, 1932).

Al despertar del alba

A los rayos del sol

A la estrella nocturna

A la mirada de asombro

de la bella del pozo

Al dormir del sueño

Al espíritu del desierto

Al canto del pastor

Al carnero

Al caballo

A las llamas del leño

en el fuego del hogar

A esa que en la ventana

con la cabeza llama

A los lectores de estas líneas

en el anfiteatro del mundo

Se oye extender

el imponderable eco.

¿Qué piensas hacer tú

con tu eternidad?

Una dirección:

Muchos Diccionarios, gratis aquí

La Palabra:

"Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin." (Rey Salomón)

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Los colores de Septiembre.

"¡Mira, el invierno se ha ido, con él han cesado y se han ido las lluvias! Ya brotan flores en los campos; ¡el tiempo de la canción ha llegado! Ya se escucha por toda nuestra tierra el arrullo de las tórtolas. La higuera ofrece ya sus primeros frutos, y las viñas en ciernes esparcen su fragancia." Todos los colores nos invaden y nos dejamos penetrar por la belleza. ¿Por qué no disfrutar la primavera? (Los versos: Rey Salomòn. La foto de :Thomas Briggs)
 

Temuco.

Dije que empezaría por el principio. Cuando todavía lloras lágrimas sin estrenar el corazón. Y empecé a escribir sobre mi abuela Juanita, una mujer extraordinaria, mujer de coraje, de fe; he conocido pocas de esa calidad. Indudablemente, no tengo ni un mérito al referirme a ella, mas bien una especie de asombro de haberla conocido. Sin embargo, debo confesarlo, me cuesta recordar el pasado. Es tan precioso este presente, tan exuberante, tan…casi no tengo calificativos para definirlo con precisión. Me gusta este tiempo. La eternidad de este momento, mientras, sentada frente al PC escribo y trato de recordar y pienso en ti, imagino un rostro, una mano moviendo el mouse, unos ojos leyendo estas letras. ¿Hay algo más fantástico que encontrarse con lector@s (para una escritora rudimentaria como yo) en un punto del universo y tener una conjunción de pensamiento? Tal vez eso suceda cuando ni siquiera esté viva. Esta noche ha llovido. Hay en el aire una frescura nue