Moisés perdonó a Miriam, su hermana, que lo había “pelado” con todo mundo, y rogó: “Te ruego, oh Dios, que la sanes ahora.”
El apóstol Pablo a sus ofensores: “Y al que vosotros perdonáis, yo también;”
Distinto fue Saúl que persiguió al que creía su gran enemigo y terminó suicidándose.
Hace algún tiempo asistí a una cena, destinada a reunir algún dinero para enviar una misionera a Viet-nam. Entre todo lo expresado y comido, vimos estas escenas tan impactantes que todavía y pasado un tiempo me impresionan. Me quedé pensando en esos niños ¿qué sería de ellos?
Me he encontrado con la impresionante historia de una sobreviviente:
“Vivimos miedo, desesperación y sufrimiento. Treinta años después hay mucho por hacer, pero veo a la nueva generación y creo que nos espera un futuro maravilloso.
Siempre rezo por mi país. Creo que debemos recordar lo que pasó, pero debemos seguir adelante y hacer lo mejor que podamos por nuestro futuro y por nuestros niños.
Es hora de sanar y enfocarnos en una vida mejor.” Kim Phuc
Foto gracias a : Agencia Reuters para 20 minutos. es
1 comentario:
Te he dejado un regalito en mi sitio :)
Un beso
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