
Como los de 100 palabras que convoca todos los años la revista Plagio. (Cada año he enviado alguno, pero es como sacarse la lotería, hay demasiados concursantes)
O los de Augusto Monterroso.
O esos espectaculares de Julio Torri.
Con ese sentido de humor que tiene Ana María Shúa.
O los sorprendentes de Luisa Valenzuela.
O así como los magníficos hiper hiper breves de Marco Denevi.
Me gusta Juan José Arreola y de las chilenas Pía Barros.
En fin, es impresionante contar en tan pocas palabras una historia completa y sorprender al lector con alguna idea maravillosa.
Tal vez algún día, después de tanto teclear invente una frase o un cuento breve que justifique todas las otras palabras, superficiales, inadecuadas y pasajeras, que he escrito en este blog.
“Preocupación”
—No se preocupe. Todo saldrá bien —dijo el Verdugo.
—Eso es lo que me preocupa —respondió el Condenado a muerte.
ORLANDO ENRIQUE VAN BREDAM (Argentina)
“Lengua de víbora”.
No tuvo que apretar el gatillo:
bastó que lo forzara a morderse la lengua.
JAIME VALDIVIESO (Chile):
“Amenazas”
—Te devoraré —dijo la pantera.
—Peor para ti —dijo la espada.
WILLIAM OSPINA (Colombia):
“Veritas odium parit”
—Traedme el caballo más veloz —pidió el hombre honrado—.
Acabo de decirle la verdad al rey.
MARCO DENEVI (Argentina)