
Salomón fue un gran escritor, poeta, entomólogo, filósofo y botánico.
Compuso más de tres mil proverbios y canciones.
Disertó acerca de las plantas, desde el cedro del Líbano hasta el musgo que crece en los muros. También enseñó acerca de las bestias y las aves, los reptiles y los peces.
Se conoce como uno de los hombres más sabios de la humanidad; entregado a los placeres, llegó a la conclusión que aumentar el conocimiento es aumentar aflicciones para el alma.
Los libros, Proverbios, Cantar de Cantares y Eclesiastés son joyas de la literatura, ¿por qué no leer algo de eso?
“Pues, ¿qué gana el hombre con todos sus esfuerzos y con tanto preocuparse y afanarse bajo el sol?
Todos sus días están plagados de sufrimientos y tareas frustrantes, y ni siquiera de noche descansa su mente. ¡Y también esto es absurdo!
Nada hay mejor para el hombre que comer y beber, y llegar a disfrutar de sus afanes. He visto que también esto proviene de Dios, porque ¿quién puede comer y alegrarse, si no es por Dios?
En realidad, Dios da sabiduría, conocimientos y alegría a quien es de su agrado; en cambio, al pecador le impone la tarea de acumular más y más, para luego dárselo todo a quien es de su agrado. Y también eso es absurdo; ¡es correr tras el viento!” (Libro de Eclesiastés 2)
(La fotografía de la Cordillera de Los Andes fue tomada por Edith)