24.8.06

Por estos días, leyendo a Salomón.

Salomón fue un gran escritor, poeta, entomólogo, filósofo y botánico.

Compuso más de tres mil proverbios y canciones.

Disertó acerca de las plantas, desde el cedro del Líbano hasta el musgo que crece en los muros. También enseñó acerca de las bestias y las aves, los reptiles y los peces.

Se conoce como uno de los hombres más sabios de la humanidad; entregado a los placeres, llegó a la conclusión que aumentar el conocimiento es aumentar aflicciones para el alma.

Los libros, Proverbios, Cantar de Cantares y Eclesiastés son joyas de la literatura, ¿por qué no leer algo de eso?

“Pues, ¿qué gana el hombre con todos sus esfuerzos y con tanto preocuparse y afanarse bajo el sol?

Todos sus días están plagados de sufrimientos y tareas frustrantes, y ni siquiera de noche descansa su mente. ¡Y también esto es absurdo!

Nada hay mejor para el hombre que comer y beber, y llegar a disfrutar de sus afanes. He visto que también esto proviene de Dios, porque ¿quién puede comer y alegrarse, si no es por Dios?

En realidad, Dios da sabiduría, conocimientos y alegría a quien es de su agrado; en cambio, al pecador le impone la tarea de acumular más y más, para luego dárselo todo a quien es de su agrado. Y también eso es absurdo; ¡es correr tras el viento!” (Libro de Eclesiastés 2)


(La fotografía de la Cordillera de Los Andes fue tomada por Edith)

Para despedir el año 2006.

"renuncio al peso muerto de mi terco pasado" Invariablemente te encuentras con los balances de final de año. Cada medio hace ...