26.8.06

Preguntas obvias.

Con un abrazo afectuoso me despedí de ella y le deseé muchas bendiciones de parte de Dios.

Me miró y con un matiz de desaliento dijo “Ojalá Dios lo quiera”.

¿Cómo no va a querer si lo ha prometido en múltiples ocasiones?

Indudablemente lo quiere.

Y nosotros, ¿creemos que así es?

¡Vaya, es que tengo unas ocurrencias…!


Fotografía de: Juan I. Vicente (para lasegunda.com)

Para despedir el año 2006.

"renuncio al peso muerto de mi terco pasado" Invariablemente te encuentras con los balances de final de año. Cada medio hace ...