Ir al contenido principal

¿Para qué querríamos encontrar lo perdido?

Te perdí como la moneda más valiosa de una colección.

Te perdí como un día de verano y una atardecer de luna nueva sobre Los Andes.

Perdí aquella noche en la montaña, cuando vimos caer las estrellas hacia un lugar que nunca supimos.

La huerta de choclos y mi vestido rosa.

El color amarillo de los lirios y el verde del gomero.

Te perdí como las plumas de nieve que miramos por los ventanales y tus gritos de alegría.

El viento Raco que secaba en 10 minutos la ropa tendida.

Como el río en un invierno de tormenta.

La Escuela 606, la antigua, con su patio de cemento y la mínima sala de profes al fondo.

La noche de los cuchillos buscando el corazón de aquel muchacho. Quieto en la vereda, quieto para siempre. ¿A dónde iría su alma?

Perdidos los días eternos de la lluvia soplando por los grietas de la casa.

El viento ululante sobre los techos.

La amenaza constante de una inundación.

El frío que amorataba los dedos y ponía roja la nariz.

Podría escribir todo el día y la noche, llenar páginas y más páginas de todo que perdí cuando te fuiste.

Sin embargo nada de lo perdido es comparable a lo nuevo, la esplendorosa renovación de la vida, los objetos, los espacios, las palabras, el Espíritu, el círculo perfecto de Su Amor que excede cualquier ausencia.

Y eso pido en oración, que todo aquello y lo mucho más que no volveremos a ver, a encontrar o a percibir, sea sólo eso, un tiempo asombroso que no volverá, y que este presente supere en grandeza a áquel.

Comentarios

werth dijo…
la única "ausencia" que excede al círculo perfecto de Su Amor, es la de no estar dentro del círculo y clamar por la eternidad, deseando haber estado...

Publiqué el comentario de Old Boy, para rescatar algo de esperanza en medio de la oscuridad de la venganza.

Un abrazo

Iván

Entradas más populares de este blog

Los colores de Septiembre.

"¡Mira, el invierno se ha ido, con él han cesado y se han ido las lluvias! Ya brotan flores en los campos; ¡el tiempo de la canción ha llegado! Ya se escucha por toda nuestra tierra el arrullo de las tórtolas. La higuera ofrece ya sus primeros frutos, y las viñas en ciernes esparcen su fragancia." Todos los colores nos invaden y nos dejamos penetrar por la belleza. ¿Por qué no disfrutar la primavera? (Los versos: Rey Salomòn. La foto de :Thomas Briggs)
 

Temuco.

Dije que empezaría por el principio. Cuando todavía lloras lágrimas sin estrenar el corazón. Y empecé a escribir sobre mi abuela Juanita, una mujer extraordinaria, mujer de coraje, de fe; he conocido pocas de esa calidad. Indudablemente, no tengo ni un mérito al referirme a ella, mas bien una especie de asombro de haberla conocido. Sin embargo, debo confesarlo, me cuesta recordar el pasado. Es tan precioso este presente, tan exuberante, tan…casi no tengo calificativos para definirlo con precisión. Me gusta este tiempo. La eternidad de este momento, mientras, sentada frente al PC escribo y trato de recordar y pienso en ti, imagino un rostro, una mano moviendo el mouse, unos ojos leyendo estas letras. ¿Hay algo más fantástico que encontrarse con lector@s (para una escritora rudimentaria como yo) en un punto del universo y tener una conjunción de pensamiento? Tal vez eso suceda cuando ni siquiera esté viva. Esta noche ha llovido. Hay en el aire una frescura nue