Ir al contenido principal

Días de Radio.


Crecí con la radio.

Mi infancia estuvo llena de música y palabras que apenas recuerdo a través de un aparato bastante anticuado, nada que ver con los modernos equipos –debería decir equipazos- que se pueden adquirir hoy a no tan alto costo.

La radio ha sido mi compañera.

Recuerdo cuando oí por primera vez a Germán Gamonal, un tipo fuera de serie.

Y a Bonvallet, “casi se me cae el pelo”, era algo inaudito pero fascinante, con una mezcla rara, entre vergüenza y curiosidad.

Luego me hice adicta.

Recuerdo a De la Parra en la Duna con Puro Cuento. Inolvidable.

Y la clásica Terapia Chilensis.

O la gran variedad de música cristiana de Armonía, una de las primeras emisoras evangélicas.

Jamás imaginé que estaría detrás de un micrófono. Es una experiencia increíble, mucho, mucho más interesante que ser aficionada a escucharla.

Comentarios

Alex Lagos dijo…
Hey, yo también trabajo en una radio. Es una radio comunitaria de mi iglesia. Es super entretenido. Llevo cuatro años haciendo un programa para niños los días domingos.
Yo tampoco imaginé que algún día estaría ahí, aunque desde que empezamos con la radio me llamó mucho la atención.
Saludos cordiales.
Ecazes dijo…
Toda una nueva experiencia..
sigue contandonos, a medida que haya novedades...
déjanos participar de este nuevo camino oque recorres ¿si?
ojo humano dijo…
Sip, me ha encantado. Es emocionante, pero igual me da nervios.
Gracias Alex, gracias Ecazes por sus palabras de ánimo.

Entradas más populares de este blog

Los colores de Septiembre.

"¡Mira, el invierno se ha ido, con él han cesado y se han ido las lluvias! Ya brotan flores en los campos; ¡el tiempo de la canción ha llegado! Ya se escucha por toda nuestra tierra el arrullo de las tórtolas. La higuera ofrece ya sus primeros frutos, y las viñas en ciernes esparcen su fragancia." Todos los colores nos invaden y nos dejamos penetrar por la belleza. ¿Por qué no disfrutar la primavera? (Los versos: Rey Salomòn. La foto de :Thomas Briggs)
 

Temuco.

Dije que empezaría por el principio. Cuando todavía lloras lágrimas sin estrenar el corazón. Y empecé a escribir sobre mi abuela Juanita, una mujer extraordinaria, mujer de coraje, de fe; he conocido pocas de esa calidad. Indudablemente, no tengo ni un mérito al referirme a ella, mas bien una especie de asombro de haberla conocido. Sin embargo, debo confesarlo, me cuesta recordar el pasado. Es tan precioso este presente, tan exuberante, tan…casi no tengo calificativos para definirlo con precisión. Me gusta este tiempo. La eternidad de este momento, mientras, sentada frente al PC escribo y trato de recordar y pienso en ti, imagino un rostro, una mano moviendo el mouse, unos ojos leyendo estas letras. ¿Hay algo más fantástico que encontrarse con lector@s (para una escritora rudimentaria como yo) en un punto del universo y tener una conjunción de pensamiento? Tal vez eso suceda cuando ni siquiera esté viva. Esta noche ha llovido. Hay en el aire una frescura nue