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Historias del Apocalipsis (El jinete armado).

"el caballo blanco...salió venciendo para vencer" (Apocalipsis 6)


Un galope de caballos anuncia la muerte de la primavera.

Es el primer sello que se abre.

Los árboles, ávidos de paz, miran la figura armada que pasa, toda blanca, como el sueño de las muchachas en la claridad del alba. Pareciera que hay esperanza en el cese del fuego, en las conferencias de prensa, las manos estrechándose en saludos y copas alzadas en brindis alegres. Las sonrisas presagian buenos tiempos.

Las armas de los acuerdos son las mismas armas de la guerra.

Toda batalla se inicia lenta, sigilosa, en silencio, como la noche más oscura que se anuncia en un inofensivo atardecer.

A menudo la fe en caballos blancos es frustrada por naciones que, al final, sólo encuentran un pálido remedo de la paz, en bárbaras ambiciones que jamás son satisfechas.



(La fotografía de Agencias AP, para Emol.com)

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Los colores de Septiembre.

"¡Mira, el invierno se ha ido, con él han cesado y se han ido las lluvias! Ya brotan flores en los campos; ¡el tiempo de la canción ha llegado! Ya se escucha por toda nuestra tierra el arrullo de las tórtolas. La higuera ofrece ya sus primeros frutos, y las viñas en ciernes esparcen su fragancia." Todos los colores nos invaden y nos dejamos penetrar por la belleza. ¿Por qué no disfrutar la primavera? (Los versos: Rey Salomòn. La foto de :Thomas Briggs)
 

Temuco.

Dije que empezaría por el principio. Cuando todavía lloras lágrimas sin estrenar el corazón. Y empecé a escribir sobre mi abuela Juanita, una mujer extraordinaria, mujer de coraje, de fe; he conocido pocas de esa calidad. Indudablemente, no tengo ni un mérito al referirme a ella, mas bien una especie de asombro de haberla conocido. Sin embargo, debo confesarlo, me cuesta recordar el pasado. Es tan precioso este presente, tan exuberante, tan…casi no tengo calificativos para definirlo con precisión. Me gusta este tiempo. La eternidad de este momento, mientras, sentada frente al PC escribo y trato de recordar y pienso en ti, imagino un rostro, una mano moviendo el mouse, unos ojos leyendo estas letras. ¿Hay algo más fantástico que encontrarse con lector@s (para una escritora rudimentaria como yo) en un punto del universo y tener una conjunción de pensamiento? Tal vez eso suceda cuando ni siquiera esté viva. Esta noche ha llovido. Hay en el aire una frescura nue