31.8.06

Amar (parte II )

“Siempre digna” (frase acreditada al Rumpy) - le dije a Silvia-, en un intento de levantarle el ánimo. El asunto es que en cuestiones de amor, no hay caso. Somos un poco “masoka”, nos encanta pasarnos “rollos” y que alguien nos consuele ¿o no?

Lo extraordinario de estas penas es que el tiempo cura las lesiones y reanima en los fracasos.

Conocí un hombre -casado con 4 diferentes mujeres-, que por estos días vive solo. Tal vez, nos dice, mi error fue que “no hice las cosas bien”, o sea, no fue buen amador.

Nada fácil para una persona atendida y mimada por el sexo femenino.

Mi amiga M. permanece soltera, a pesar de sus pretensiones de llegar al altar vestida de gala, parir hijos sanos y tener “una casita en la pradera”, todo eso bucólico y soñado a más no poder.

Tanta rosa, tanto perfume, tanto brote de los árboles, tanta belleza y he aquí estamos solos, sin compañía para compartir impresiones, sueños, niños, espacios, cotidianeidades.
¡Qué desperdicio! ¿No?

La vida va colocando delante de nosotros las posibilidades. Qué tomar, qué dejar, esa es la disyuntiva. Elegir no es sencillo, cambiar si nos equivocamos, perdonar, pedir perdón, saber amar… ¡oh!, es todo tan complicado…

Les regalo este poema, a ver si aclaramos ideas...(o las enredamos,no sé).


SI EL HOMBRE PUDIERA DECIR LO QUE AMA

Si el hombre pudiera decir lo que ama,
si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo
como una nube en la luz;
si como muros que se derrumban,
para saludar la verdad erguida en medio,
pudiera derrumbar su cuerpo,
dejando sólo la verdad de su amor,
la verdad de sí mismo,
que no se llama gloria, fortuna o ambición,
sino amor o deseo,
yo sería aquel que imaginaba;
aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
proclama ante los hombres la verdad ignorada,
la verdad de su amor verdadero.

Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina
por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
como leños perdidos que el mar anega o levanta
libremente, con la libertad del amor,
la única libertad que me exalta,
la única libertad por que muero.

Tú justificas mi existencia:
si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.

Poema de: Luis Cernuda.

Foto de: Shamshahrin Shamsudin.

4 comentarios:

Mara dijo...

Tienes razon, a veces es dificil elegir, tomar una decisión no es lo más fácil, pero eso es la libertad, no? poder elegir y no dejarte llevar...

ianaTat Guerra dijo...

¡oh!, es todo tan complicado…
Exacto. tAN SIMLE Y COMPLEJO COMO ESO. Demasiados laberintos en un camino que se supone es recto y llano.
Adelante, no es la primera vez que pareces adivinar lo que pasa por mi alma.

Anónimo dijo...

cierto cierto,que es amar si no perderse en el otro
es acaso la razon vivir en coma........en fin
jajajajajajja el nombre de poeta y el fotografo,
notables

chuchuralo chuchurelo y taklo meruda jajajajaj
(bueno e fome, pero yo ma maté e la risa(pero yo siempre
me río de cosas fomes) igual no ma')

andreoide dijo...

no soy anonima me equivoque
soy la andrea care monea

Para despedir el año 2006.

"renuncio al peso muerto de mi terco pasado" Invariablemente te encuentras con los balances de final de año. Cada medio hace ...