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Vivir sin rencores (parte II)

El rey David perdonó a su hijo Absalón que le armó una guerra civil sin que se diera cuenta, ambicionando el poder.

Moisés perdonó a Miriam, su hermana, que lo había “pelado” con todo mundo, y rogó: “Te ruego, oh Dios, que la sanes ahora.”

El apóstol Pablo a sus ofensores: “Y al que vosotros perdonáis, yo también;”

Distinto fue Saúl que persiguió al que creía su gran enemigo y terminó suicidándose.

Hace algún tiempo asistí a una cena, destinada a reunir algún dinero para enviar una misionera a Viet-nam. Entre todo lo expresado y comido, vimos estas escenas tan impactantes que todavía y pasado un tiempo me impresionan. Me quedé pensando en esos niños ¿qué sería de ellos?

Me he encontrado con la impresionante historia de una sobreviviente:

“Vivimos miedo, desesperación y sufrimiento. Treinta años después hay mucho por hacer, pero veo a la nueva generación y creo que nos espera un futuro maravilloso.

Siempre rezo por mi país. Creo que debemos recordar lo que pasó, pero debemos seguir adelante y hacer lo mejor que podamos por nuestro futuro y por nuestros niños.

Es hora de sanar y enfocarnos en una vida mejor.” Kim Phuc


Foto gracias a : Agencia Reuters para 20 minutos. es

Comentarios

AleMamá dijo…
Te he dejado un regalito en mi sitio :)
Un beso

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Los colores de Septiembre.

"¡Mira, el invierno se ha ido, con él han cesado y se han ido las lluvias! Ya brotan flores en los campos; ¡el tiempo de la canción ha llegado! Ya se escucha por toda nuestra tierra el arrullo de las tórtolas. La higuera ofrece ya sus primeros frutos, y las viñas en ciernes esparcen su fragancia." Todos los colores nos invaden y nos dejamos penetrar por la belleza. ¿Por qué no disfrutar la primavera? (Los versos: Rey Salomòn. La foto de :Thomas Briggs)
 

Temuco.

Dije que empezaría por el principio. Cuando todavía lloras lágrimas sin estrenar el corazón. Y empecé a escribir sobre mi abuela Juanita, una mujer extraordinaria, mujer de coraje, de fe; he conocido pocas de esa calidad. Indudablemente, no tengo ni un mérito al referirme a ella, mas bien una especie de asombro de haberla conocido. Sin embargo, debo confesarlo, me cuesta recordar el pasado. Es tan precioso este presente, tan exuberante, tan…casi no tengo calificativos para definirlo con precisión. Me gusta este tiempo. La eternidad de este momento, mientras, sentada frente al PC escribo y trato de recordar y pienso en ti, imagino un rostro, una mano moviendo el mouse, unos ojos leyendo estas letras. ¿Hay algo más fantástico que encontrarse con lector@s (para una escritora rudimentaria como yo) en un punto del universo y tener una conjunción de pensamiento? Tal vez eso suceda cuando ni siquiera esté viva. Esta noche ha llovido. Hay en el aire una frescura nue