15.4.06

Soñamos con un lector perfecto.

Soñamos con un lector perfecto.

Superior a nosotros.

Mejor aun que la propia lectura

de nosotros mismos.

Para él escribimos, aunque no exista.

No podemos dejar de sentir

que se esconde detrás de ese silencio

que arrastran las palabras como una túnica partida.


Quizás si persistimos en este oficio desolado

de elevar torres sin andamios,

el lector que no existe despierte alguna vez

allí donde el lector ya no es necesario

porque al final toda lectura se lee sola.


Decimocuarta poesía vertical, libro póstumo.
Roberto Juarroz (1925-1995)

2 comentarios:

Carolina dijo...

DON rOBERTO TIENE MUCHA RAZON...

AL FINAL EL QUE LEE LEE, LE PUEDE GUSTAR O NO, LA DIFERENCIA ESTA EN LO QUE A MI ME GUSTA ESCRIBIR POR QUE SIN IMPORTAR LA OPINION DE MI LECTOR LO ESCRIBIRE IGUAL!!!!

AleMamá dijo...

¡Me encanta! de acuerdo, es exactamente lo que pienso, maravilloso. Me encanta la poesía también.

Para despedir el año 2006.

"renuncio al peso muerto de mi terco pasado" Invariablemente te encuentras con los balances de final de año. Cada medio hace ...