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Historias del Apocalipsis (El caballo bermejo).

"Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente, que decía: «Ven y mira». Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada". (Apocalipsis 6)


Desde las primitivas armas de piedra, madera y hierro, hasta las modernas bombas líquidas (nitroglicerina, nitrometano y el triperóxido de triacetona), hay todo un universo de furia que nos recorre y nos marca como una estirpe violenta.

David, el gran rey, quería la paz, pero se enfrentaba a la guerra con tal naturalidad, como si hubiese nacido con un arma en la mano.

Alejandro soñaba con la conquista del mundo…para tener paz. Así invadió tierras, kilómetros de tierras, pueblos que le rindieron homenaje.

Los césares inventaron la Pax Romana, a costa de cantidades exorbitantes de tributos para mantener los ejércitos, cuidar las fronteras y defender…la paz, por supuesto.

Con quien tú hables la promueve.

La defiende.

La proclama como una bandera.

Yo quiero la paz, obvio.

Entonces ¿por qué se arman “hasta los dientes”?

¿Quién provoca las guerras?

Un dato: El 95 % de las armas que se fabrican en el mundo son producidas por países que son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (¿...?)


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Los colores de Septiembre.

"¡Mira, el invierno se ha ido, con él han cesado y se han ido las lluvias! Ya brotan flores en los campos; ¡el tiempo de la canción ha llegado! Ya se escucha por toda nuestra tierra el arrullo de las tórtolas. La higuera ofrece ya sus primeros frutos, y las viñas en ciernes esparcen su fragancia." Todos los colores nos invaden y nos dejamos penetrar por la belleza. ¿Por qué no disfrutar la primavera? (Los versos: Rey Salomòn. La foto de :Thomas Briggs)
 

Temuco.

Dije que empezaría por el principio. Cuando todavía lloras lágrimas sin estrenar el corazón. Y empecé a escribir sobre mi abuela Juanita, una mujer extraordinaria, mujer de coraje, de fe; he conocido pocas de esa calidad. Indudablemente, no tengo ni un mérito al referirme a ella, mas bien una especie de asombro de haberla conocido. Sin embargo, debo confesarlo, me cuesta recordar el pasado. Es tan precioso este presente, tan exuberante, tan…casi no tengo calificativos para definirlo con precisión. Me gusta este tiempo. La eternidad de este momento, mientras, sentada frente al PC escribo y trato de recordar y pienso en ti, imagino un rostro, una mano moviendo el mouse, unos ojos leyendo estas letras. ¿Hay algo más fantástico que encontrarse con lector@s (para una escritora rudimentaria como yo) en un punto del universo y tener una conjunción de pensamiento? Tal vez eso suceda cuando ni siquiera esté viva. Esta noche ha llovido. Hay en el aire una frescura nue