6.8.06

Gonzalo Millán, Premiado por el Consejo Nacional del Libro.

Alguna vez escuché a Gonzalo Millán leer en voz alta. Esas lecturas me hicieron amiga de la poesía. Ni Neruda o Rojas dejaron alguna marca; esa voz oída en el Sur estableció un vínculo perfecto entre pensamiento y palabras. Y eso se agradece.

No me gusta la poesía de salón, sentimental y desechable.

Ni los versos para declamar, aunque escuché con respeto a mi amigo Zacarías cuando recitaba “Los motivos del lobo” con una pachorra digna de un político y absolutamente de memoria. En los colegios ya no se oye la voz de los niños con esas típicas arengas o los versos de Gabriela, recitados en el acto de cada lunes por la mañana. Una lástima. La poesía embellece el mundo, nos muestra el esplendor que muchas veces ignoramos; el país de lo imposible que puede transformarse en posible, un instante que nos descalabra y nos define para siempre.

Leo la noticia: Gonzalo Millán ha sido distinguido con el premio Mejores Obras Literarias de Autores Nacionales, por su obra "Autorretrato de memoria".

Me alegra la noticia.

Cualquier galardón a un poeta en vida es una inspiración para todos los que sueñan en esa dimensión, para los que buscan la utopía y a menudo sufren privaciones por un arte considerado en decadencia (según los parámetros de lo popular o económico).

Como siempre, sostengo que el mejor homenaje que podemos hacerle a un escritor, es leer sus palabras. Aquí les regalo algunas del poeta Millán.


La ciudad.

Amanece.
Se abre el poema.
Las aves abren las alas.
Las aves abren el pico.
Cantan los gallos.
Se abren las flores.
Se abren los ojos.
Los oídos se abren.
La ciudad despierta.
La ciudad se levanta.
Se abren llaves.
El agua corre.
Se abren navajas tijeras.
Corren pestillos cortinas.
Se abren puertas cartas.
Se abren diarios.
La herida se abre.
Sobre las aguas se levanta niebla.
Elevados edificios se levantan.
Las grúas levantan cosas de peso.
El cabrestante levanta el ancla.
Corren automóviles por las calles.
Los autobuses abarrotados corren.
Los autobuses se detienen.
Abren las tiendas de abarrotes.
Abren los grandes almacenes.
Corren los trenes.
Corre la pluma.
Corre rápida la escritura.
Los bancos abren sus cajas de caudales.
Los clientes sacan depositan dinero.
El cieno forma depósitos.
El cieno se deposita en aguas estancadas.
Varios puentes cruzan el río.
Los trenes cruzan el puente.
El tren corre por los rieles.
El puente es de hierro.
Corre el tiempo.
Corre el viento.

Sigue aquí

No hay comentarios.:

Para despedir el año 2006.

"renuncio al peso muerto de mi terco pasado" Invariablemente te encuentras con los balances de final de año. Cada medio hace ...